La caries dental es una enfermedad infecciosa crónica que desmineraliza y desintegra progresivamente los tejidos dentarios calcificados.
Es un proceso dinámico que se caracteriza por unas reacciones químicas que dan como resultado la destrucción final del diente, desde su superficie hacia el interior.
La caries de biberón también es conocida como la caries dental del bebé, síndrome del biberón o caries de la lactancia, siendo esta última denominación la más correcta ya que es una caries rampante que afecta a la dentición primaria de los lactantes y niños de corta edad.
Está relacionada con:
Uso frecuente y prolongado de un biberón con contenido líquido con carbohidratos fermentables como zumo de fruta comercializado, uso de jarabes vitamínicos o untar el chupete con miel o azúcar durante el sueño.
Alimentación materna prolongada.
Los dientes que se afectan principalmente son los cuatro incisivos de leche superiores y las primeras muelas de leche tanto inferiores como superiores, los caninos inferiores se ven implicados con menos frecuencia.
No se ven afectados normalmente los incisivos de leche inferiores, porque con el hábito de succión de los niños hace que el labio inferior proteja a estos dientes.
La prevalencia de este cuadro clínico oscila entre el 3-51%, obteniéndose las cifras menos elevadas en los países industrializados por una mayor higiene oral, mayor información progresiva sanitaria y visitas al odontólogo a edades más tempranas.
Se ha encontrado que existe relación socioeconómica de la caries del biberón en el mundo industrializado, encontrándose mayor nivel de enfermedad en niños procedentes de familias más pobres, con menos estudios, padre único o familias recién inmigradas.
Causas
Para que se origine cualquier tipo de lesión de caries es necesario que confluyan en el individuo tres factores.
Éstos están claramente diferenciados en el conocido diagrama de Keyes y son: bacterias patógenas, sustrato y susceptibilidad del huésped, influyendo también el factor tiempo.
Las lesiones de la caries de biberón tienen su origen en la ingesta prolongada de líquidos que contienen sacarosa, a menudo en forma de jarabes o biberón.
La causa principal es la presencia durante tiempos prolongados de un biberón que contiene leche u otro líquido con hidratos de carbono, sobre todo durante el sueño.
La leche, tiene baja cariogenicidad, pero algunos autores piensan que los radicales ácidos producidos en la metabolización de la lactosa presente en la leche pueden desmineralizar el esmalte dental.
La caries del lactante es una enfermedad incuestionablemente inducida, ya que el biberón se le da al niño para inducirlo a que se duerma cuando conviene a los padres.
Cuando el niño se toma el biberón, la tetina se apoya contra el paladar mientras la lengua en combinación con los carrillos, fuerza el contenido hacia la cavidad bucal.
Cuando el niño se adormece hasta finalmente dormirse, la velocidad de deglución disminuye, al igual que la secreción y flujo salivar.
De esta forma, la leche en la boca forma una colección estancada que baña los dientes, excepto los anteroinferiores ya que como la lengua se mantiene en contacto con los labios impide que se acumule la leche a su alrededor.
Durante este periodo se forman ácidos que continuamente producen desmineralizaciones en el esmalte.
Si este proceso se repite con frecuencia lleva a la aparición de caries.
El hábito de succión de biberón puede ser nocturno (el más frecuente) o diurno, y eso determina patrones distintos de afectación.
En el patrón diurno se afectan todos los dientes inferiores excepto los incisivos (por acción protectora de la lengua) y las caras oclusales de los dientes posteriores.
Además del biberón y chupete, hay otros factores que pueden influir en la aparición de este tipo de caries como son: la lactancia materna prolongada, la actividad muscular orofacial, la frecuencia y duración del hábito, las alteraciones estructurales de los tejidos duros dentales y cantidad de la saliva del niño y la respiración oral.
Manifestaciones clínicas
La lesión inicial suele ser una manchita blanca o punteado del esmalte al poco tiempo de salir los dientes, pronto cambian de color hacia un amarillo claro y se extienden hacia los lados y hacia abajo.
Produciendo la fractura de la corona del diente, involucrándose la raíz de los dientes, pudiendo dar lugar a lesiones inflamatorias.
Si la caries no se trata a tiempo puede producir gangrena pulpar y hacer aparecer flemones en los niños.
¿Cómo podemos evitarlo?
Las medidas a tomar para la prevención de la caries de biberón son:
· Sugerir la primera visita al odontólogo a partir de los nueve meses de vida, cuando las caries por amamantamiento todavía no se han producido.
· Mantener al niño vertical mientras se alimenta, e impedir que se duerma durante la alimentación con el biberón. Si esto ocurre, es importante despertarlo y limpiarle los dientes con una gasita o darle agua que retirará los restos de leche.
· Evitar prolongar la alimentación con el biberón.
· Los padres deben cepillar los dientes de los niños tan pronto como erupcionen, pero sin dentífrico para que el niño no se trague la pasta.
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