lunes, 3 de octubre de 2011

Síndrome de biberon


Es la alteración de los tejidos duros del diente en lactantes y niños que han tenido contacto prolongado con sustancias carigénicas y una higiene oral deficiente o ausente; todo esto, influenciado por factores psicológicos, sociales, culturales, educacionales del núcleo familiar en el que se encuentra el niño.
Inicialmente se desarrolla una banda blanca de descalcificación en el tercio gingival de los incisivos superiores, cambiando de color que puede ser de marrón a negro y en casos avanzados las coronas de los dientes frecuentemente se fracturan por el margen gingival.
Este puede ser el primer signo en algunos casos que notan los padres de que existe un problema y pueden acudir al odontólogo con la queja de que los dientes del niño se le fracturaron repentinamente.
El síndrome caries del biberón raramente incluye los bordes incisales, y los pacientes tienen una historia de exposición excesiva a líquidos altamente carigénicos y esto, aunado a un esmalte inmaduro de reciente erupción y una mala higiene bucal, proporciona condiciones óptimas para la destrucción de los tejidos duros por caries, la que progresa rápidamente en la dentición temporal.
La razón para que la distribución de caries sea diferente entre los incisivos maxilares y mandibulares lo mismo que la severidad de las lesiones entre estos y los otros dientes se relaciona con tres factores:
1. La cronología de la erupción de la dentición primaria.
2. El tiempo que permanezca el hábito del biberón.
3. El patrón muscular de succión del infante.
El consumo de biberón, se elimina generalmente a los 24 meses lo que puede explicar en parte la ausencia de caries en los segundos molares.
Aunque hay estudios que muestran que una experiencia de caries en incisivos superiores incrementa el riesgo de caries en los dientes posteriores.
Al hablar de succión, es necesario saber que generalmente el niño se encuentra en posición horizontal con el biberón en la boca y el chupo descansado contra el paladar, mientras la lengua en combinación con los carrillos, forza el contenido del biberón hacia la boca.
La lengua se extiende hacia fuera y entra en contacto con los labios, cubriendo al mismo tiempo los incisivos inferiores.
Al principio, la succión es vigorosa, la secreción y el flujo salivar son intensos y la deglución es continúa y rítmica; a medida que el niño se adormece, la deglución se hace lenta, la salivación disminuye y la leche empieza a acumularse alrededor de los dientes.
Esto favorece el contacto con los dientes no cubiertos por la lengua, durante periodos prolongados a los carbohidratos que contenga el biberón.
El contenido del biberón es generalmente carbohidratos fermentables, los cuales son metabolizados por los microorganismos orales, convirtiéndose en ácidos que van a desmineralizar el esmalte dental.
APARIENCIA CLÍNICA:
Generalmente, los incisivos superiores son los primeros dientes afectados; las lesiones tienen un desarrollo rápido y ocurren en superficies que son consideradas de bajo riesgo como son las superficies vestibulares y palatinas.
Los otros dientes temporales, caninos, primeros y segundos molares pueden o no estar involucrados, dependiendo del tiempo que perdure el hábito del biberón.
¿QUÉ CAUSA ÉSTA ENFERMEDAD?
a)       Permitir que el bebé se quede dormido y permanezca largo rato con el biberón en la boca.
Hay que tener en cuenta que tanto la leche materna como las demás contienen azúcar, y forman un terreno propicio para la formación de caries
b) Amamantar  al niño  por períodos  prolongados o  permitir  que  el niño se quede dormido durante el mismo. ·

c) Permitir que su niño juegue con el biberón.

EFECTOS NOCIVOS DE LAS CARIES DE LA PRIMERA INFANCIA

-Pérdida de dientes
-Problemas del oído y del lenguaje
-Apiñamiento de los dientes permanentes
-Dolor severo
-Una pobre imagen de si mismo
-Deformación del paladar

Ante la aparición de cualquiera de estos síntimos, visite al odontólogo pediátrico.
CÓMO CUIDARE LOS DIENTES DEL LACTANTE
-          Se debe eliminar el hábito del biberón nocturno, chupete con miel o azucarado para tranquilizar al niño.
-          La mejor indicación es pasar directamente de la lactancia materna a la taza.
-          Incorporar la higiene a temprana edad, después de cada comida, con gasa humedecida enrollada en el dedo de la mamá, desde que comienza a alimentarse el bebé, sin importar si posee dientes o no.
-          Incorporar el cepillado al bebé después de cada comida, aún cuando el niño tenga sólo un diente.
-          El cepillado lo debe efectuar la mamá con cepillo adecuado y técnica sencilla.
-          Si el niño no se alimenta con leche materna y lo hace con biberón, se debe colocar al bebé en la misma posición que cuando tiene que aprehender el pezón, y no agrandar el agujero de la tetina; de esta manera el niño desarrollará al succionar con fuerza correctamente los músculos de su boca.
-          Cuando el niño toma medicamentos en forma de jarabes edulcorados con una cierta regularidad, se debe higienizar la boca con una gasa húmeda enrollada en el dedo de la mamá después de cada ingesta.
-          Los niños deben ser llevados a consulta desde 0 a 3 años. Esperar a que cumplan 4 años para comenzar con las medidas preventivas es una pérdida de tiempo y, algunas veces, de dientes.
-          Por tratarse las caries de biberón de una enfermedad nutricional, los padres deben recibir información sobre hábitos dietéticos y ser entrenados para que cepillen los dientes de sus hijos tan pronto como puedan.





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